sábado, 18 de enero de 2014

Divide y vencerás

Traducción de Divideix i venceràs

A menudo se pueden leer artículos y comentarios en los que se critica el apoyo que se da al derecho a la autodeterminación por parte de partidos de izquierdas catalanes. En bastantes casos se habla de que se está cayendo en una trampa de la derecha, que aplica la famosa fórmula "divide y vencerás". No sé si también se ha hecho la lectura del lema en sentido contrario. Yo no lo he visto todavía, así que la haré hoy en esta entrada.

La argumentación parte de la base de que el potencial de la izquierda está en la gente y que, si está dividida, su fuerza se desvanece. Pero para que esto sea cierto, es necesario que el famoso 99% se ponga de acuerdo, se organice y emprenda acciones coordinadas, capaces de contrarrestar y superar con creces los poderes que tienen secuestradas las instituciones hoy en día. Ya sólo en el ámbito del estado español, esto es bastante complicado. Si lo que queremos es enfrentarnos al poder de las instituciones europeas, por ejemplo, esto es aún más complejo. Esta partida creo que la tenemos perdida.

¿Y en el otro lado? ¿Qué pasa si somos nosotros los que aplicamos el "divide y vencerás"? ¿Y si impedimos que el poder se concentre en instituciones cada vez más inalcanzables? Entonces la organización será mucho más factible. La movilización también será más fácil para que los objetivos serán más alcanzables. Quizás lo que hace falta no es entrar en su terreno de juego, sino llevarlos nosotros en el panel que nos conviene.

Estos días hemos tenido un buen ejemplo: las movilizaciones de Gamonal, el barrio de Burgos. Han sido un éxito y han demostrado que se pueden detener proyectos injustos. Pero las movilizaciones eran para una cosa concreta, un proyecto local y en el ámbito de un vecindario en que era posible una organización de base. ¿Dónde está la solidaridad de la izquierda de la que hablábamos en un principio? Pues en que en esta lucha no han estado solos. Ellos se han organizado, pero han recibido el apoyo de manifestaciones en otros puntos del estado. Ellos eran los que decidían, porque a ellos les afectaba. Del resto recibían el apoyo y la solidaridad.

Los comentarios que citaba al principio parten de la base de que independencia supone enemistad. Pero si la gente de izquierdas que apuesta por la independencia tiene claro que quien está expoliando no son los trabajadores de los otros puntos del estado, sino las clases dirigentes de uno y otro lados, esta enemistad se convierte en solidaridad. Y no sólo dentro del estado, sino a nivel internacional.

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